Efecto Inverso

Actualmente Hollywood está pasando por una crisis de ideas originales, los blockbusters del verano ya no son nuevos conceptos o emocionantes nuevas historias. En cambio, lo que estamos obteniendo cada verano son secuelas o nuevas adaptaciones de los clásicos del cine, a esto agreguémosle la más reciente tendencia que está resultando todo un éxito para Hollywood, los superhéroes.

Concentrándonos en estos últimos, se ha generado un efecto sorprendente en la manera en que se promociona, se publica y se venden sus productos. Antes las películas de superhéroes se hacían para que los amantes de los comics pudieran ver a sus ídolos de papel representados en carne y hueso, estas películas creadas para satisfacer a ese público de vez en cuando alcanzaban el interés de personas ajenas al comic, pero hasta ahí llegaba su alcance. Entonces podríamos decir que la película se volvía un complemento para todos aquellos que leían comics, era un extra.

Es sorprendente entonces, la manera en la que este formato ha cambiado completamente, ha dado un giro de 180 grados cambiando el modelo establecido, ahora las películas sobre superhéroes son promocionadas con gigantescas y extensas campañas virales, un ejemplo de estas campañas es Deadpool que se promocionó en todas partes, desde videos de Youtube hasta espectaculares en carreteras.

Se promociona tanto la película que es muchísima la gente que la ve, y es aquí donde comienza la creación de productos basados en la película. Ahora la película no es el complemento, sino la base de toda una gama de productos. La gente que quiere indagar más en la historia es la que termina comprando los comics para poder expandir la experiencia. Se inunda el mercado con ropa, juguetes, videojuegos y todo producto que pueda llevar la cara del protagonista. Todos los fans de la película (que ahora son millones y millones) se vuelven potenciales consumidores para las empresas por lo que se exprime a los personajes tanto como se puede.

Este fenómeno sin duda terminará por hartar a la gente pues la cantidad de películas de superhéroes en los cines se está volviendo ridícula. Pero mientras esto pasa, sin duda las empresas que tienen los derechos de estas cintas seguirán aprovechando su descubierta mina de oro.