Vivimos en una era de tecnología en la que muchas personas
buscan escapar de la rutina de diferentes maneras, una de ellas es mediante los
videojuegos. En nuestros tiempos un videojuego le genera más ingresos que un
hitazo de verano en los cines, un claro ejemplo es Grand Theft Auto V, juego al
que le tomó tan sólo 3 días en alcanzar el billón de dólares en ventas.
Actualmente este
mercado es bastante grande y continúa en crecimiento. Los principales
productores de consolas de videojuegos en el mundo son 3: Microsoft, Sony y
Nintendo. Los primeros dos actualmente disputando el primer lugar de ventas de
consolas a nivel mundial, y consecuentemente, también en México.
Durante la pasada generación de consolas (2005-2013),
Microsoft, con su Xbox 360, conquistó el mercado latinoamericano, teniendo
mayor fuerza en México. Esto estuvo a punto de cambiar cuando cada compañía anunció
sus nuevas consolas, el Xbox One y el Playstation 4. Con esto comenzaría un
cambio de bandos entre los consumidores de consolas, que afectaría gravemente
las ventas de Xbox en México.
Microsoft condenaría a su nueva consola poco a poco con las
siguientes acciones, segados por un exceso de confianza en su producto:
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Para
empezar, el Xbox One se anunció con un precio mayor por 100 dólares al de su
competencia, cosa que no agradó, pues Sony ofrecía una consola más potente a un
precio más accesible.
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Durante
la conferencia de presentación del Xbox se habló más sobre las funciones
multimedia de la consola, como ver tv en vivo. Mientras que en la conferencia
de presentación de Playstation se mostró una gran cantidad de juegos para la
consola, juegos que mostraban gráficos y desempeño impresionante.
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Después,
Microsoft mencionó que el Xbox One tendría que estar todo el tiempo conectado a
Internet o que de lo contrario sería imposible jugar sus juegos. La
justificación de esta medida fue la de mantener monitoreada la actividad del
jugador en todo momento para ofrecerle un mejor servicio. Cosa que desagradó
completamente a los fans de Xbox y que los enfureció cuando el director general
de Xbox comentó que aquellos que no quisieran o pudieran permanecer conectados
a Internet podían quedarse son un Xbox 360.
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Finalmente,
los fans de Xbox llegaron al límite de su paciencia cuando se anunció que sería
prácticamente imposible compartir los juegos entre amigos, pues cada juego sólo
funcionaría en la primera consola en que se instalara. Esto fue aprovechado por
Sony, que lanzó diversos videos haciendo burla de los estrictos reglamentos de
Xbox, y de cómo Playstation estaba diseñado para ser entretenido y amigable con
los videojugadores.
El feedback que obtuvo Microsoft después de estos anuncios
estaba lleno de comentarios negativos, y llegaron a la conclusión de que la
venta de consolas se vería afectada por sus nuevas medidas de seguridad, por lo
que Microsoft decidió no aplicar ninguna de estas al final. Sin embargo, el
daño ya estaba hecho y la gente había dejado de creer en la marca.
Durante el lanzamiento de ambas consolas no hubo comparación,
Playstation vendió, por mucho, más consolas que Xbox. La gente que antes
contaba con un Xbox 360 había optado por cambiarse a Playstation, Microsoft
había perdido una cantidad gigantesca de clientes.
Por suerte para Microsoft, ahora que el tiempo ha pasado,
Xbox supera las ventas de consolas de Playstation en México, pero no por tanto
como lo hacía en la pasada generación. Sin embargo, Sony lleva la ventaja de consolas
vendidas a nivel mundial, dejando a Microsoft bastante por detrás. Se dice
incluso, que ya no existe forma de que Xbox pueda alcanzar las ventas de
Playstation.
Prácticas como las realizadas por Microsoft con Xbox nos
dejan una buena enseñanza, siempre tener en mente la opinión del consumidor y
no confiarnos de más haciendo cambios radicales en nuestro producto sin tomar
esto último en cuenta. A fin de cuentas, el consumidor es quien hace a un
producto exitoso.
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