jueves, 19 de noviembre de 2015

LA MINA DE ORO PARA MÉXICO ESTA PASANDO EL CHARCO.


Lo primero que aprendes al momento de entrar a una clase de mercadotecnia es: “la forma más fácil de vender es a través de las experiencias”. El ejemplo que usaré para esto será la selección Mexicana.
En el 2013, el número de personas de origen mexicano ascendía a 33.6 millones de personas, de las cuales 11.6 eran nacidas en México. El paisano que se encuentra en EUA buscando el sueño americano, anhela algún día volver a su tierra el lugar que lo vio nacer o de donde se son sus raíces para disfrutar de las maravillas: comida, paisaje, tranquilidad, etc...
Y que mejor forma para un “paisa”, recordar su tierra que ver un juego de la selección mexicana. Vives una fiesta antes del partido una carnita asada acompañada de sus respectivas Coronas en el estacionamiento del estadio conviviendo con la multitud que espera estar reunida para apoyar al equipo tricolor; en el partido todo se vuelve una fiesta patria, miles de mexicanos reunidos por una sola razón: alentar a su equipo a que gane el partido, poniendo la esperanza en tus ídolos: Chicharito Hernández, el hermoso Peralta, Layun, Principito Guardado, Tecatito Corona. Y por último, el final  del partido, el mexicano se caracteriza por ser fiestero y encontrarle el lado bueno a la vida: Ganó el Tri pues una carne asada o unas carnitas de puerco o algún otro platillo mexicano que acompañe a las Coronas que se encuentran muertas en el congelador.
Y todo esto económicamente tuvo un impacto, por poner un ejemplo: el juego que disputaron en Pasadena, contra la Selección de las barras y las estrellas, vendió las 90,000 localidades del Rose Bowl de Pasadena y limitó los boletos disponibles en reventa.
Hasta $1,500 dólares puede costar una entrada para disfrutar desde una zona exclusiva del estadio el juego que definirá al representante de la Concacaf en la Copa Confederaciones Rusia 2017.
StubHub, el mayor revendedor en internet de boletos para eventos deportivos, sólo tenía disponibles 4,000 asientos para el encuentro y su precio promedio era de $180. Originalmente, las entradas tenían un precio de $65 a $300.
El fin de semana del juego  visitaron esa ciudad unas 100,000 personas provenientes de México, distintas partes del país, así como del Sur de California. Dejando una derrama económica de 400 millones de dólares. Definitivamente todo es un gran gol del marketing.

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